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. No podrás atravesar la zona negra  dijo.Continué avanzando.La zona negra se encontraba justo delante mío.Me alegró que eldaño no se encontrara en una de las partes más difíciles del Patrón.Brand continuaba sumarcha y lentamente se aproximaba a la Gran Curva.Si pudiera cogerlo ahí, no sería rivalpara mí.No tendría la fuerza o la velocidad necesarias para defenderse.Cuando me acercaba a la parte dañada del Patrón, recordé la manera en que Ganelóny yo habíamos cortado el camino negro durante nuestra huida de Avalón.Al atravesarloeliminé con éxito el poder del camino manteniendo la imagen del Patrón en mi mente.Ahora, por supuesto, tenía al mismo Patrón rodeándome por todos los lados, y ladistancia no era tan grande.Mi primer pensamiento había sido que Brand sólo intentabadistraerme con su amenaza, pero se me ocurrió que la fuerza de la zona oscura bienpodía ser mucho más fuerte aquí, que era de donde surgía.Cuando llegué hasta ella,Grayswandir resplandeció con tal intensidad que brilló por encima de la luz que habíatenido antes.En un impulso, toqué el borde de la negrura con su punta, justo en el sitiodonde acababa el Patrón.Grayswandir hendió la negrura y no pude alzarla por encima de ella.Seguí andandomientras mi espada cortaba la zona delante mío, deslizándose por su superficie en lo queparecía una aproximación a los trazos originales.Yo la seguí.El sol pareció oscurecerse amedida que caminaba por aquel tenebroso terreno.Súbitamente fui consciente de loslatidos de mi corazón, y el sudor me bañó la frente.Una sombra grisácea cayó sobre todo.El mundo se volvió turbio, y el Patrón pareció desvanecerse.Era como si resultara fácildar un paso en falso en esta parte, y no estuve seguro de si el resultado sería el mismode producirse en las partes intactas del Patrón.No quería averiguarlo.Mantuve los ojos en el suelo, siguiendo la línea que inscribía Grayswandir ante mí,siendo el fuego azul de la espada el único color que quedaba en el mundo.Pie derecho,pie izquierdo.Repentinamente, la dejé atrás y Grayswandir quedó libre en mi mano una vez más, sufuego parcialmente disminuido.no sabía si ello se debía al contraste con el paisaje otravez iluminado o a otro motivo.Busqué a Brand con los ojos y vi que se aproximaba a la Gran Curva.Yo me acercabaal Segundo Velo.En unos pocos minutos los dos estaríamos concentrados en el esfuerzoque esto suponía.Sin embargo, la Gran Curva es más difícil, más prolongada que elSegundo Velo.Yo me encontraría libre y avanzaría rápidamente de nuevo antes de que élacabara con su barrera.Entonces yo tendría que atravesar la zona dañada una vez más.El, por entonces, seguro que estaría libre, aunque avanzaría más lentamente que yo, yaque se encontraría en la parte donde el camino aún se hace más arduo.A cada paso que daba se alzaba una estática ininterrumpida, y una sensación decosquilleo permeó todo mi cuerpo.Las chispas se elevaron hasta media pierna.Era comosi avanzara por un campo de trigo eléctrico.Mi cabello nuevamente estaba parcialmenteerizado.Sentía su movimiento.Miré hacia Piona una vez, que todavía estaba montada sobreDrum, inmóvil, observando.Avancé con decisión hasta el Segundo Velo.Ángulos.giros cortos, abruptos.La resistencia creció y creció ante mí, por lo quetoda mi atención, toda mi fuerza, se concentró en luchar contra ella.Nuevamente meinvadió cierta sensación de intemporalidad, como si nunca hubiera dejado de hacer otracosa, como si estuviera obligado a hacerlo siempre.Y lo haría.centrando todo mi deseoante tanta intensidad que todo lo demás quedaba excluido.Brand, Piona, Ámbar, mipropia identidad.Las chispas se alzaron todavía más a medida que avanzaba y giraba,jadeando, cada paso requería un esfuerzo más grande que el anterior. Seguí abriéndome camino.Otra vez hacia la zona negra.Con precaución, apoyé a Grayswandir en el suelo y comencé nuevamente el proceso.De nuevo surgió la atmósfera gris, la niebla monocromática, sólo anulada por el azul demi espada que cortaba el camino ante mí como una incisión quirúrgica.Cuando salí a la luz normal, busqué a Brand.Aún se encontraba en el cuadranteoccidental, luchando con la Gran Curva; todavía le quedaba un tercio por recorrer.Siempujaba con más fuerza, tal vez pudiera cogerlo cuando saliera de ella.Concentré todami determinación en avanzar lo más rápido posible.A medida que llegaba al extremo norte del Patrón, cogiendo la curva que meintroduciría de nuevo en él, repentinamente me di cuenta de lo que ocurriría.Iba a derramar más sangre sobre el Patrón.Si todo se reducía a la simple elección de dañar más al Patrón o dejar que Brand lodestruyera por completo, no me quedó duda de cuál elegiría.Sin embargo, tenía quehaber otro camino.Sí.Aminoré ligeramente mi paso.Sería una cuestión de sincronización.En ese momento,su camino era mucho más duro que el mío, lo que me daba una cierta ventaja.Irónicamente, recordé entonces la preocupación que sentía Brand por no manchar sualfombra.Pero mantener el Patrón limpio sería más difícil.Se aproximaba al final de la Gran Curva cuando decidí llevar su mismo ritmo mientrascalculaba la distancia que me separaba de la zona oscura.Había llegado a la conclusiónde que derramaría su sangre sobre la zona negra que ya estaba dañada.La únicadesventaja que tenía yo era que me encontraría a la derecha de Brand.Para minimizar elbeneficio que obtendría de ello, me quedaría detrás suyo.Brand luchaba y avanzaba, todos sus movimientos en cámara lenta.Yo también luché,pero no tan arduamente.Mantuve su paso.Entonces me pregunté qué pasaría con laJoya y la afinidad que habíamos compartido desde que sintonizara con ella.Sentía supresencia delante, a mi izquierda, incluso ahora que no podía verla en el pecho de Brand.¿Realmente intentaría salvarme, aunque no la llevara, en caso de que Brand cobraraventaja en el conflicto que se avecinaba? Sintiendo su presencia, casi creía que sí.Mehabía alejado de la persona que me apuñaló, buscando, de alguna manera, en el interiorde mi mente un lugar que yo consideraba seguro  mi propia cama , transportándomeallí.Al sentirla en ese momento, casi viendo el camino ante Brand a través suyo, creí queobraría en mi favor una vez más.Pero recordé las palabras de Piona, y decidí no contarcon ello.Sin embargo, medité sobre sus otros poderes, especulé con mi habilidad paracontrolarla a distancia [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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